En línea con la evolución que ha tenido la UST en al área académica e institucional, en 2023 se realizó una actualización del Modelo de Formación, tomando en consideración diversas variables de análisis que integran aspectos internos y externos a la Institución, tales como la planificación estratégica, las debilidades identificadas en los procesos de acreditación, el perfil de los estudiantes y los desafíos propios de la formación de profesionales, entre otros. Dicho proceso, que se realiza periódicamente, se llevó a cabo con la clara percepción de que los cambios y la complejidad que presenta el mundo actual demandan una formación que trascienda lo estrictamente disciplinar. Este Modelo constituye el marco de referencia del proceso formativo y se basa en tres ejes transversales que orientan el logro de las competencias del Perfil de Egreso de pre y postgrado, y atraviesen todos los lineamientos curriculares y pedagógicos: formación integral, centralidad en el estudiante y orientación al logro de aprendizajes.

Entre los aspectos más importantes de esta actualización cabe destacar que el Modelo de Formación se hace más explícito para el postgrado; hay un cambio en las competencias genéricas; se introducen diversos ajustes en la arquitectura curricular; se robustece la experiencia de aprendizaje vinculada al entorno; se incorpora el elemento e-Learning con su respectivo marco institucional, y se crea una Evaluación Curricular de Ciclo Anual. Estos aspectos no son nuevos, ya que se han venido trabajando en forma sistemática en los distintos ámbitos del quehacer académico y como tal, se vinculan con la mayoría de los logros y avances reflejados en el período.

Respecto a las competencias genéricas se definieron tres grandes dominios: ética y responsabilidad social, pensamiento crítico y comunicación, habilidades y actitudes que resultan esenciales para desempeñarse efectivamente en el contexto profesional. Esto incluye conceptos fundamentales como la responsabilidad en temas ambientales y sociales; la diversidad, la inclusión y equidad de género; el autoaprendizaje y la innovación; el uso de la tecnología y la Inteligencia Artificial, entre otros.

La Facultad consolidó un sistema de evaluación para el aprendizaje en ciencias básicas adecuado a los contextos educacionales actuales, e integrado con el uso de nuevas metodologías en el aula y el trabajo colaborativo a nivel nacional de distintas comunidades docentes.

En la misma línea, se desarrollaron tres proyectos de innovación educativa, cuyos resultados fueron presentados en congresos y en un seminario de buenas prácticas. Ente ellos, destaca el programa de Formación de Ayudantes Alumnos/as, llevado a cabo en conjunto con el Centro CIED, que permitió la certificación de 32 estudiantes en el uso de tecnologías de la información y la comunicación, a partir de lo cual realizaron ayudantías virtuales y generaron 59 productos digitales; y el desarrollo de la asignatura Formación Inicial para la Docencia, que contó con la participación de 151 estudiantes.

Respecto de la Escuela de Biotecnología, se implementó un nuevo plan de estudios, con énfasis en actividades prácticas y en la vinculación de los y las estudiantes con la actividad de distintos centros de investigación.

Durante el año se reportaron importantes hitos referidos a los focos estratégicos institucionales. En primer lugar, respecto al eje “Conexión e impacto con la comunidad”, destaca el lanzamiento del primer programa de doctorado de la Facultad en Estudios Psicológicos y Sociales del Bienestar, que comenzó a impartirse en agosto de 2023 por un claustro académico conformado por nueve docentes, dos colaboradoras y profesores visitantes nacionales (14) e internacionales (3).

En segundo lugar, respecto al foco “Convergencia y colaboración institucional”, la Facultad contribuyó al desarrollo del Programa de Bienestar y Salud Mental Estudiantil, consolidando un equipo de especialistas que aporta con asesoramiento, capacitaciones y desarrollo de material de apoyo especializado. Entre las actividades realizadas resaltan los Talleres de Primeros Auxilios Psicológicos, que permitieron capacitar a más de mil participantes.

En cuanto a la “Experiencia transformadora del estudiante”, la Facultad superó la meta institucional respecto de los indicadores de progresión académica en las carreras de pregrado de Ciencias Sociales. Es así como la retención académica de primer y segundo año alcanzó el 91,1% y 75,8%, respectivamente, y la titulación oportuna subió a 47,6%.

En el ámbito “Talentos académicos para el proyecto educativo” se robusteció el cuerpo académico con el apoyo del Centro de Investigación, CIELO, que impulsó el avance de la carrera académica de investigadores/as de la Facultad, a través del Programa de Mentoría, orientado a reforzar la calidad de los proyectos de investigación desarrollados.

En 2023, la Facultad logró aumentar los porcentajes de retención estudiantil, consiguiendo un índice de 81% en los estudiantes de primer año. Para esto, utilizó herramientas como la detección temprana de alumnos en riesgo académico y la consecuente derivación a los centros de aprendizaje, entre otros mecanismos de acompañamiento.

Con el propósito de modernizar el proceso de titulación y garantizar el logro de competencias de los estudiantes titulados, durante el segundo semestre se aplicó el primer hito del Modelo de Evaluación por Competencias del perfil de egreso (MEC). Lo anterior es especialmente relevante, ya que le permitirá a los alumnos conocer su progresión académica en la adquisición de las competencias, y la información generada servirá para el rediseño del plan de estudios, que se pondrá en marcha en 2025. Por otro lado, favorecerá el incremento del porcentaje de titulación total y oportuna, puesto que los tres hitos del MEC reemplazarán al examen de grado.

En respuesta al compromiso de aumentar el nivel de preparación del cuerpo docente la Facultad alcanzó un 79% de académicos de planta y adjuntos con postgrado, aumentando, asimismo, el número de docentes con grado doctor a un 17,6%, con miras a incrementar la postulación a proyectos Fondecyt en el ámbito de la investigación jurídica, y robustecer las publicaciones indexadas. Al respecto, en 2023 se sumaron 16 publicaciones con criterio CNA/ANID, sumando un total de 51 publicaciones de la misma índole para el periodo 2020-2023. Con el objetivo de fortalecer la producción científica, la Facultad iniciará el proceso de indexación de la revista Ius Publicum.

La participación en el sistema centralizado de acceso a la educación superior, la adscripción a la gratuidad, junto con los resultados obtenidos en materia de progresión académica en todas sus dimensiones, impactaron al alza la matrícula total de las carreras de la Facultad en 2023. De esta forma, la matrícula de primer año creció un 71%, la más alta en cinco años, con un marcado crecimiento en la jornada diurna.

El avance en la progresión académica quedó reflejado en el indicador de retención de primer año, el que superó el 80%, lo que implica un incremento de 16 puntos porcentuales en un periodo de cinco años, mientras que la de segundo año en jornada diurna llegó al 70%.

Todos los programas de estudios de la Facultad completaron sus procesos de ajuste curricular. En el caso de los programas vespertinos, se cumplió la meta de incorporar a sus asignaturas una serie de herramientas virtuales de aprendizaje, mediante el Programa Vespertino 360. Asimismo, se logró la implementación de todos los hitos del MEC en cada una de las carreras de la Facultad.

Durante 2023, el quehacer de la Facultad estuvo orientado a dar cumplimiento a los objetivos trazados en el PEI y a las metas establecidas en su Plan de Desarrollo. Uno de los hitos más significativos del periodo fue la acreditación por parte de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) de la carrera Educación Diferencial. Lo anterior fue resultado de un proceso exhaustivo de supervisión por parte del Consejo Nacional de Educación (CNED), el cual se extendió por cinco años. Además, se creó un modelo de aseguramiento de la calidad, basado en los criterios de acreditación vigentes, dando cuenta del compromiso sostenido de la Facultad por procurar la calidad de la formación de los futuros profesionales.

En la misma línea, se lanzaron cuatro nuevos programas de formación inicial docente en modalidad prosecución de estudios: en Educación Parvularia orientado a Técnicos/as en Educación Parvularia; en Educación Diferencial dirigido a Psicopedagogos/as; en Educación Física para Preparadores/as Físicos y en Educación Media para profesionales de las áreas de ciencias, matemáticas, inglés, lenguaje y educación física. Tres de estos planes fueron acreditados por la CNA siendo dos de ellos certificados por el máximo tiempo posible. Esta nueva oferta académica permitió a la Facultad expandirse y proyectar su presencia en las sedes Santiago y La Serena, iniciando así una etapa de consolidación con un total de nueve carreras en sede en funcionamiento.

También, la Facultad creó e instaló un nuevo modelo progresivo de formación práctica para sus estudiantes, organizado en tres niveles (texto, contexto y escenario) y sustentado en los ejes de Reflexión Pedagógica Colaborativa, Integración y Construcción de Conocimientos Profesionales; Construcción de la Identidad Profesional; y Vinculación con Actores de la Comunidad. Para llevar adelante la formación de docentes, en la actualidad la Facultad trabaja con alrededor de 250 campos pedagógicos y cuenta con 76 convenios vigentes para este propósito.

Entre los avances del año, destacan varios proyectos orientados al foco estratégico “Experiencia transformadora del estudiante”, de carácter esencial para la Facultad, y que se han concretado mediante la realización de una serie de actualizaciones y ajuste curriculares. Entre estos está el diseño de la nueva carrera Ingeniería Civil en Informática y Sistemas Inteligentes, que pone énfasis en la innovación tecnológica y en el desarrollo de soluciones basadas en inteligencia artificial. En segundo lugar, destaca la creación de un plan con un alto porcentaje de asignaturas comunes entre sus carreras, lo que genera un gran potencial para el desarrollo colaborativo e interdisciplinar. En tercer lugar, resalta la incorporación de las líneas de innovación y sustentabilidad en la malla de estudios de Facultad, a través de tres asignaturas  por cada carrera de la Facultad referidas a esta temática.

Con el objetivo de robustecer el perfil de egreso y la adquisición de habilidades indispensables para el ejercicio de la profesión, se llevó adelante la implementación del proyecto piloto del Modelo de Evaluación por Competencias (MEC) en Ingeniería Civil Industrial. También se ejecutaron medidas para el aseguramiento de la calidad, consolidando los procesos de Assessment, Academic Advisor y Alerta Temprana de Cursos Críticos.

En cuanto al foco “Talentos académicos para el proyecto educativo”, la Facultad ha ejecutado acciones tendientes a fortalecer el equipo docente. Al término de 2023, un 96,3% de los académicos de planta cuenta con postgrado, en tanto que un 100% de los mismos se encuentra jerarquizado.

El año 2023 fue un periodo de grandes avances para la Facultad en lo que respecta a su proyecto académico, lo que se tradujo en el rediseño y robustecimiento de sus planes de estudios con miras a mejorar indicadores de progresión y retención de estudiantes. A esto se suma la incorporación de nuevas metodologías, recursos humanos y materiales, y el desarrollo de actividades participativas con la comunidad, entre otros, bajo la consolidación del sello “Una Salud” que define y orienta los procesos y propósitos de la Facultad. A través de este enfoque se busca optimizar la salud de las personas, los animales y los ecosistemas mediante la integración de estas áreas.

En el caso de Medicina Veterinaria, se rediseñó el plan de estudios, actualizando y adaptando el perfil de egreso a las necesidades actuales y futuros retos de la profesión. Ello implicó incorporar el concepto de “Una Salud” de forma transversal en los programas de estudio, donde los conceptos de salud y bienestar animal, sustentabilidad de los sistemas productivos animales, inocuidad de los alimentos, salud pública y el cuidado del medio ambiente son ejes prioritarios.

Asimismo, destaca la implementación de las planificaciones didácticas nacionales para asegurar la pertinencia y coherencia de los nuevos programas y asignaturas a nivel nacional, integrando nuevas estrategias de evaluación para el aprendizaje.

De acuerdo con los lineamientos establecidos del PEI, la Facultad de Salud consiguió contribuir de manera significativa con el foco “Experiencia transformadora del estudiante”, a través del desarrollo de competencias vinculadas a la salud comunitaria, tanto a nivel de pregrado como de postgrado, impactando de manera positiva en los alumnos y en las propias comunidades que habitan.

También, se realizaron una serie de ajustes curriculares, entre los que se destaca la incorporación de nuevas asignaturas con enfoque en salud comunitaria y la implementación de nuevos planes de estudio para las carreras de Fonoaudiología y Terapia Ocupacional, lo que ha proporcionado a los estudiantes una formación actualizada y pertinente. Así también, se llevaron adelante cuatro diagnósticos curriculares que actualmente se encuentran en etapa de definición.

Además, se logró un aumento significativo en el puntaje de ingreso de estudiantes, pasando de un promedio de 517 en 2019 a 599,59 en 2023. En este mismo ámbito, el NEM subió de 5,54 a 6,06 en el mismo período y la procedencia de alumnos de colegios municipales tendió al alza, pasando de 60% en 2021 a 90% en 2023. También, se vieron avances en la retención estudiantil de primer año, que aumentó de 79,8% en 2019 a 90,1% en 2023. En tanto, las tasas de aprobación pasaron de 89,5% a 91,8% en el mismo período; mientras que la tasa de titulación total aumentó de un 29,7% en la cohorte 2014 a un 45,3% en la de 2016.